CREADOS POR Y PARA EL AMOR

 Creados por y para el amor

La Vocación al amor

La Biblia nos enseña que el hombre no fue hecho para la soledad. Dios no solo nos creó por amor, sino también para el amor. Por eso, el ser humano está llamado a establecer vínculos de comunión, es decir, de unión con otras personas.


Dios, que es Amor, ha inscrito en el hombre y en la mujer la mutua atracción para vivir unidos en comunión formando una familia. Por eso, la sexualidad es un don de Dios, noble y limpio, que se orienta al bien de los esposos en el matrimonio y, dentro de él, a la transmisión de la vida humana.

Respecto a la sexualidad humana, es necesarios recordar su sentido auténtico, analizando sus principales aspectos o dimensiones:

  • Corporal. La distinta configuración del cuerpo del hombre y de la mujer nos muestra que ambos son complementarios. Dios los ha creado el uno para el otro.

  • Afectiva. La sexualidad humana no se manifiesta solo en su aspecto corporal, sino que debe integrar el afecto mutuo entre los esposos. Así vivida, la unión sexual entre los esposos fortalece su unión espiritual y fomenta su amor mutuo.

  • Trascendente. La entrega recíproca del hombre y la mujer se fundamenta en un amor desinteresado, alegre y generoso. El amor conyugal revela ,así su dimensión trascendente: está destinado a colaborar con Dios Creador en el nacimiento de una nueva persona humana.

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