EL SACRIFICIO DE JESÚS EN LA CRUZ

 El sacrificio de Jesús en la Cruz

El día que llamamos Viernes Santo, Jesús fue llevado fuera de las murallas, a una pequeña colina de roca blanca llamada en arameo Gólgota, que significa "lugar de la calavera" donde fue crucificado.


No lo crucificaron solo. Otros dos condenados compartieron su suplicio. Uno de ellos se burlaba del Señor, pero el otro lo defendió y, cuando estaba a punto de morir, le pidió que se acordara de él. Jesús le anuncio: "Te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso".

Jesucristo sufrió muchos y crueles padecimientos en todo el cuerpo. A los dolores físicos se unía el sufrimiento de su espíritu, especialmente por la infidelidad de sus discípulos y el odio de sus enemigos. Algunos sacerdotes y escribas lo insultaban y se reían de él. Jesús dijo: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen".


Todos sus discípulos, salvo san Juan, lo habían abandonado. La Virgen y algunas otras mujeres permanecieron, fieles, junto a la Cruz. Jesús, al ver a su madre y al discípulo que tanto quería, le dijo a ésta: "Mujer, ahí tienes a tu hijo. Después dijo al discípulo: Ahí tienes a tu madre".


Finalmente Jesús, clamando con voz potente, dijo: "Padre, en tus manos encomiendo tu espíritu". Y dicho esto, expiró. Eran las tres de la tarde y el cielo se oscureció. La ciudad fue sacudida violentamente por un terremoto.

Al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que pidió a Pilato el cuerpo de Jesús. Lo envolvió en una sábana y lo colocó en un sepulcro nuevo.

Comentarios

  1. Me parecen temas muy importantes, un tea muy especial para reflexionar y aprender un poco más sobre él. Un saludo compañero

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